martes, 27 de septiembre de 2011

Pretendiendo instantes...

En ese momento cuando, tras el sueño, recupero la conciencia: estás tú.
En ese breve suspiro, después de entregar mi cuerpo a un hombre: vives tú.
En estos labios que besan, a veces mucho, a veces poco: revoloteas tú.
En ese estremecimiento que provoca el primer sorbo de vino: te dibujas tú.
En ese enardecedor segundo, al recibir la primera caricia: te pierdes tú.
En ese resplandor fascinante del sol de la mañana: apareces tú.
En estos ojos que te buscan entre conocidos y extraños: te desvaneces tú.
En esta mirada suplicante hacia cielo, simplemente me doy cuenta que no existes, tú.


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